Producción de banano de Latinoamérica crecería a 36 millones de toneladas para 2030

 

Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, la constancia de los suministros mundiales de banano y las principales frutas tropicales se ha visto comprometida por el impacto de la enfermedad, así como por las medidas de mitigación que se han implementado. De acuerdo con Perspectivas agrícolas 2021-2030 de la OCDE-FAO dichos factores afectaron de manera perceptible la producción, el transporte, la distribución, la comercialización y el consumo de bananos frescos y las principales frutas tropicales en 2020. Lo anterior sin contar la constante alerta debido a interrupciones y contracciones del mercado.

Según explicaron, por el lado de la oferta, los efectos adversos no solo de la propagación del Covid-19, sino también de las medidas de distanciamiento físico han tendido a ser más inmediatas y pronunciadas para la producción y el comercio de frutas y hortalizas, que requieren una mano de obra relativamente intensa, que para la mayoría de los demás productos alimenticios, en particular alimentos básicos.

Indicaron que en muchos países productores, los retrasos relacionados con la cuarentena en puertos y fronteras, los cierres de fronteras, así como la escasez extrema de contenedores refrigerados y la capacidad de carga aérea, han ralentizado el comercio, mientras que los cierres de mercados han interrumpido el acceso de los productores a los puntos de distribución locales y nacionales.

En esa línea, en el informe analizaron el declive que ha tenido la actividad económica mundial como resultado de los impactos negativos en la incidencia mundial del desempleo, la pobreza, la desigualdad y la desnutrición. Afirmaron que la reducción de los ingresos de los consumidores ha dado lugar a informes de reducción de la demanda en el principal sector de las frutas tropicales a nivel mundial, dadas las elevadas elasticidades de la demanda de la mayoría de estos productos de alto valor en función de los ingresos. Además de los efectos sobre los ingresos, el cierre de escuelas, comedores, restaurantes, bares y hoteles en todo el mundo ha afectado gravemente a los patrones de consumo de alimentos.

Impacto del Covid-19
Hasta este punto, en presencia de retrasos y discrepancias importantes en la presentación de datos, el impacto a corto plazo de COVID-19 sigue siendo difícil de medir, señalaron. Indicaron que el impacto a mediano plazo también es incierto, ya que depende de la senda de recuperación después de la pandemia actual, y dado que las proyecciones del comercio de productos tropicales serían sensibles a diferentes supuestos de crecimiento económico. Sin embargo, a pesar de estas incertidumbres, destacaron que se prevé que la producción y el comercio mundial de bananos y de las principales frutas tropicales se expandan sólidamente a mediano plazo.

En ese contexto, se espera que el crecimiento de la demanda en los países de ingresos altos, donde la conciencia nutricional es cada vez más fuerte, y la creciente demanda también en países emergentes como China e India, impulsen las inversiones y la expansión en las principales zonas de producción de banano y frutas tropicales.

En consecuencia, las perspectivas indican que los bananos y las principales frutas tropicales seguirían figurando entre las industrias agrícolas de más rápido crecimiento y más valiosas en términos de sus perspectivas comerciales internacionales.

Mercado de banano
Las estimaciones preliminares indican que las exportaciones mundiales de banano, excluido el plátano, alcanzaron un nuevo récord de 22,2 Mt en 2020, un aumento del 1,7% en comparación con 2019. El fuerte crecimiento de la oferta en Ecuador, Costa Rica y Colombia, tres de los cinco principales exportadores, fue el principal responsable de este aumento.

Según se informa, los tres países implementaron estrategias de mitigación de enfermedades en sus plantaciones en las primeras etapas de la pandemia y, por lo tanto, pudieron minimizar las interrupciones en su capacidad para suministrar banano a los mercados mundiales.

Demanda
De forma provisional, las cantidades netas de importación global de banano se situaron en aproximadamente 18,9 TM en 2020, un mero aumento del 0,2% con respecto a 2019, lo que refleja las tensiones inducidas por la pandemia en las cadenas de suministro mundiales, así como las tensiones en la demanda en varios mercados de importación clave.

Si bien, según se informa, la demanda en la Unión Europea se mantuvo fuerte, los datos preliminares indican una contracción de las importaciones del 0,1% en los Estados Unidos, el segundo mayor importador detrás de la Unión Europea, debido a la reducción de la demanda.

Proyección
Suponiendo condiciones climáticas normales y que no se propaguen más las enfermedades de las plantas de banano, las proyecciones de referencia actuales esperan que la producción mundial de banano crezca a un 1,4% anual, hasta alcanzar las 138 Mt en 2030.

Como en proyecciones anteriores, se pronostica que la demanda de banano se saturará cada vez más en la mayoría de las regiones y estará impulsada principalmente por el crecimiento de la población. Sin embargo, en algunas economías de rápida aparición, principalmente en India y China, se prevé que el rápido crecimiento de los ingresos estimulará las percepciones cambiantes de la salud y la nutrición y respaldará la demanda de banano más allá del crecimiento de la población.

En consecuencia, se espera que Asia siga siendo la principal región productora mundial con una proporción de cantidad del 53%, y se prevé que la India alcance las 36 millones de toneladas y un consumo per cápita de 24 kg en 2030.

Producción de la principal región exportadora de América Latina y el Caribe Se espera que alcance las 36 millones de toneladas, impulsada por la creciente demanda de los principales mercados importadores, principalmente la Unión Europea, Estados Unidos, China y la Federación de Rusia.

Los mayores exportadores de la región, fundamentalmente Ecuador, Guatemala, Colombia y Costa Rica, continúan bien posicionados para beneficiarse de este aumento, asumiendo que el crecimiento de la producción puede protegerse de los efectos adversos de los fenómenos meteorológicos erráticos y los brotes de enfermedades.

Se espera que el aumento de la demanda de importaciones beneficie de manera similar a algunos exportadores del Caribe, sobre todo a la República Dominicana y Belice, así como a las exportaciones de África, que se prevé que se expandan a un 1% anual durante el período de las perspectivas, liderado por Costa de Marfil, para alcanzar una cantidad total de aproximadamente 750.000 toneladas en 2030

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